El bar del oro

CERRADO POR CESE DEL NEGOCIO.

sábado, agosto 20, 2005

La HiStOrIa De LoS rObErTo..

Se alquila piso en pleno barrio de Sants. 30m2, sin ascensor; Dos habitaciones, un minúsculo baño y una cocina adosada a la sala de estar-comedor. Amplia terraza con un cuarto para cobigar la ducha. A reformar. Una familia lleva viviendo 60 años en ella. El piso es ideal para vivir una pareja pero, en un principio, se instalaron 5 personas en ella. Mi bisabuelo, mi bisabuela, mi abuela y sus dos hermanas.
Ellos eran la familia ROBERTO.
Después de pasar una Guerra Civil, la muerte de dos de los hijos de mis bisabuelos y la pobreza que portaba la familia en sí, decidieron alejarse de su ciudad natal (Murcia) y rehacer su vida aquí. No podría seguir la historia con claridad pero, resumiendo, en esta casa murieron mi bisabuelo y mi bisabuela, a la vez que nació la única persona que seguiría llevando el apellido Roberto: Mi madre. No tengo datos factibles de que mi abuelo vivió aquí pero, tres meses antes de nacer mi madre, murió. Nunca me han contado la historia verdadera, pero se dice que murió o de un accidente de moto o de un ataque al corazón. Mi madre nunca habla del tema porque, según ella, "No puedo hablar sobre la vida de alguien que no pude conocer". Siguiendo con la historia, mi abuela decidió ponerle el apellido Roberto ya que, al morir mi abuelo, tenía pleno derecho a ponerle su apellido y no el de mi abuelo que era Romero. Si mi abuelo hubiese vivido en el momento de nacer mi madre, yo ahora mismo me llamaría Makarena de Rosa Romero. Pero bueno, así es el destino y la historia de los Roberto sigue en su humilde casita.
Siguieron pasando los años y mi madre se iba convirtiendo en una mujer y conoció a su futuro marido, Antonio Rosa. En ese mismo momento, mi madre huyó "del nido" y se fue con el que sería mi padre a vivir a un piso grande, a la misma vez que la hermana de mi abuela se fue a Murcia a vivir con su marido y formar una familia con sus hijos allí.
Al cabo de más años nació el primer primogénito de los Rosa, mi hermano Miguel. Tres años más tarde nació mi otro hermano, Antonio. Y luego, dos años más tarde, nací yo. Lo único que sé es que mi abuela, que estaba en esta casa tranquilamente, cogió el télefono y oyó que decían "María, es una niña.". Mi abuela y su hermana iban saltando por toda la casa de alegría. Fui la alegría de todos, pero la desgracia para otros...
Años más tarde deshauciaron a mis padres de donde vivían y se tuvieron que mudar hacía un nuevo destino, Huesca. A mi padre le habían ofrecido el trabajo de su vida el cual, como todos los demás, desaprovechó. Allí estuvimos viviendo dos años hasta que la historia se volvió a repetir y volvimos a Barcelona. Mi familia y yo nos instalamos en una casa mucho más grande que ésta, a una calle de distancia. Allí comenzó nuestra nueva vida, hasta que un día...
Yo tendría unos 7 años. Volví de la escuela acompañada de la hermana de un compañero mío y subí a esta casa. Allí encontré a mi madre y a mi abuela llorando como nunca, y lo único que recuerdo que dije fue "¿Qué pasa?". La hermana de mi abuela había muerto. Aún no recuerdo bien la causa de su muerte, pero tenía algo que ver con los pulmones...Creo que le dio una ambolia o algo así y le afectó profundamente.
Siguiendo con la historia, en esta humilde casa solo quedaba mi abuela. Nuestras frecuentes visitas eran su alegría. Recuerdo un día de Reyes en que me esperaban los regalos encima de la mesa de este comedor en el que estoy ahora mismo. Era una sirena que cantaba y, justo al lado, se encontraba el barco pirata de Playmobil para mi hermano Tonio. Hay que decir que aquella Sirena me duro poquísimo, más que nada porque era publicidad engañosa...Pero bueno, ahora mismo no estamos contando esta historia.
Siguieron pasando los años y la casita se iba haciendo cada vez más vieja. Se rompían algunos muebles, el cemento se iba desgastando, se rompián los cristales...Pero siempre agradeceré a toda aquella gente que le vino a echar una mano a mi abuela en todo aquel tiempo en que nosotros no pudimos hacerlo porque, sin tapujos, los Rosa volvían a pasar por su peor momento económico. En esta nueva historia yo tendría los 10 años. Era un día lluvioso, lo recuerdo como si fuera ayer. Era un 1 de Octubre. Esta vez fue mi hermano el que me vino a buscar al colegio. En medio del camino nos encontramos a mi madre, a mi tía y a mi abuelo. No sabía a que venía aquella reunión en medio de la calle, hasta que me lo dijo mi hermano. "Nos vamos a vivir a casa la yaya todos juntos: El Miguel, la Mama, tu y yo". Y recuerdo que lo primero que dije fue: "¿Y el Papa?". A esa edad nadie te explica que tus padres se han separado porque les había vuelto a pasar la misma historia de siempre y que en vez de amarse, se odiaban cada día más.
Así fue como la casa fue cobrando vida con 4 habitantes más, pero a la vez 4 problemas de más también. Fueron tiempos difíciles y la casa no estaba habitable para 5 personas pero, al paso del tiempo, la familia Roberto fue recobrando su vida y "status" normales y pudieron hacer una vida más o menos normal...
Hasta que un 16 de Abril de 2004 murió mi abuela. Era la última persona de la familia Roberto que comenzó las andaduras de esta casa, hará ahora 60 años. Así que yo, mis dos hermanos y mi madre nos quedamos finalmente como los dueños de la casita anunciada arriba, al principio del texto.
Actualmente el tiempo, el espacio vital y los recuerdos nos hacen obligar abandonar esta casa. Nos mudamos a una casa más grande, más del doble. Todo reformado, pero mucho más cara. Lo único que le pido a los nuevos dueños es que no borren los recuerdos que hay en ella.
LOS ROBERTO VIVIERON ALLÍ 60 AÑOS.
(Siento si a algún miembro de mi familia le molesta que haya escrito esto aquí, pero es la realidad y no he sabido resumirla ni decorarla de otra manera. Os quiero a todos. Espero que este nuevo piso nos traiga la felicidad completa.).

3 New dreams in my mind:

Blogger *-linki-* said...

Sort!!!

2:12 p. m.  
Blogger pumita said...

joder tia, casi lloro...yo tb os deseo suerte en el nuevo piso,seguro q allí tb vivireis muxas cosas xa recordar.yo me he cambiado muxas veces de piso y de cada uno recuerdo fragmentos d mi vida q voy dejando allí.
muxas suerte!!!
tkm!

9:13 p. m.  
Blogger Aldeana said...

Mientras alguien recuerde la historia, la casa siempre tendrá algo que contar.

Suerte con la casita!

11:13 p. m.  

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